¿He cogido las llaves? ¿Cerré la ventana? ¿El móvil? Cuando llegue al despacho que no se me olvide… Siento una enorme tensión en el cuello, vaya día más horrible voy a pasar, debería darme la vuelta e irme a casa a descansar, no sé si he descongelado la cena. Y todo esto mientras tu cuerpo va por un lado y tu mente por otro.
Y si en vez de estar enredad@ en este escenario tan desenfocado, empiezo a tomar conciencia de los pensamientos, sensaciones y emociones que se van presentando en este momento y en este y en este. Hago una parada, dirijo mi atención a como entra y sale el aire de mi cuerpo, respiro profundamente, inhalo, exhalo, noto la pausa entre la espiración y la siguiente inspiración. ¿Cómo crees qué me sentiría?
Acepto la tensión, el malestar, el me gustaría que no me doliera el cuello, sin apegarme, sin sentir rechazo ni aversión, sin enredarme en los pensamientos pegajosos que voy observando ni en nada que vaya sucediendo. En definitiva, estoy practicando la atención plena o MINDFULNESS.
PERO, ¿QUÉ ES ESTO DEL MINDFULNESS?
Mindfulness no es una palabra fácil de interpretar en nuestro idioma. Es la traducción al inglés de la palabra “Sati” en lengua Pali. Connota conciencia, atención y recuerdo. El Pali fue la lengua en la que se escribieron los discursos de Buda hace más de 2.500 años. La palabra sati engloba varios significados en inglés: awareness, attention, remembering.
Podemos encontrar traducciones como: visión clara, meditación, consciencia, presencia, meditación insight pero las más usadas en castellano son “atención plena” y “conciencia plena”.
Una de las definiciones más conocidas de Mindfulness es la de Jon Kabat-Zinn:
“la conciencia no enjuiciadora que se despliega momento a momento, la cual se cultiva prestando atención de una manera específica: en el momento presente y de la manera menos reactiva y enjuiciadora posible, y con la máxima apertura de corazón”.
Antes de Jon Kabat-Zinn fue el monje budista Thích Nhát Hanh el que definió mindfulness como “el mantenimiento de una consciencia viva a la realidad del momento presente”.
O la del propio Kabat-Zinn unos años después: “Constituye básicamente una forma determinada de prestar atención. Se trata de mirar profundamente en el interior de uno mismo con la intención de hacerse preguntas y auto comprenderse. Por eso puede aprenderse y practicarse”.
Ronald Siegel tiene un concepto que me gusta mucho en su definición: “Despertarse de una vida en piloto automático y ser sensible a la novedad en nuestras experiencias cotidianas”.
Como hemos podido comprobar, aunque hay numerosas definiciones de mindfulness, todas tienen algo en común: vivir el presente.
¿CÓMO SE VIVE EN EL AQUÍ, EN EL AHORA?
Con intención, actitud y atención.
Pero, ¿qué clase de intención, qué actitud debo tener y qué tipo de atención para la práctica es la adecuada?
La intención respondería a la pregunta ¿para qué? La contestación sería: para prestar atención. La atención respondería a esta pregunta, ¿a qué? La respuesta sería: al presente, al momento. La actitud tendría que responder a la siguiente pregunta: ¿cómo? Y contestaría: sin juicio, con ACEPTACIÓN.
En definitiva, mindfulness es un estado emocional, físico y mental. Sería un tipo de meditación, la de atención consciente plena, al igual que la vipassana pero mindfulness se puede practicar de muchas formas, no sólo a través de le meditación ya que es un estado mente – cuerpo. Duchándote con atención a las sensaciones, pensamientos, ya estás practicando mindfulness.
El yoga es mindfulness en movimiento y todo lo que hagas con atención sin tener el cuerpo en un sitio y la mente en otra, ya estás cultivándote en la atención plena.
¿Cuántas veces te has lavado los dientes pensando en otra cosa? ¿Y si pruebas a lavártelos atent@ a como pones la pasta, la textura, el sabor, la fricción en las encías y dientes? ¿Y si cuando tu mente divague y se vaya a dar una vuelta y te des cuenta, la traes otra vez al acto de lavarte los dientes? Sigues practicando mindfulness…
Con la meditación, entrenamos nuestra mente, es decir, es una técnica y una práctica para cultivar el estado mental, físico y emocional que es mindfulness pero no es la única forma de hacerlo como hemos visto con el ejemplo de lavarte los dientes.
Lo importante es llevar la atención a lo que estás haciendo. No es fácil ponerle palabras a un proceso que has de experimentar. Lo mejor, siempre, es ponerte a practicar y comprobar por ti mism@ cómo es observar el flujo de tu respiración. Este es el mejor comienzo, observar tu respiración, como entra y sale el aire mientras pones atención, eso es todo.
Y te preguntarás que por qué la respiración, qué tiene de especial la respiración para las prácticas. La respiración sólo puede ocurrir en el presente y por supuesto en el cuerpo.
La única complicación que tiene mindfulness es recordar hacerlo, es decir, darte cuenta que andabas en piloto automático otra vez, salir de ahí y volver al único momento que tienes, este, ahora.
No hay pasado ni futuro. Aprende a vivir el presente y disfruta de una vida mindful, plena, en paz.
Te veo en otros artículos y reflexiones, aún tenemos que hablar de los beneficios y de muchas otras cosas que tienen que ver con mindfulness.
¡¡Te espero!!
La definición de piloto automático me parece perfecta para el día a día que llevamos la mayoría. Y es muy difícil luchar contra esa sensación, ya que parece que hay que estar pensando siempre en el futuro (el trabajo, los colegios, la compra, qué vamos a hacer para cenar, he hecho la transferencia,…) para intentar aprovechar más el tiempo actual, un error. Una vez oí que ya no sabemos aburrirnos y yo creo que no sabemos disfrutar del momento, incluido el aburrimiento.
Muy buen blog, ¡enhorabuena!
Totalmente de acuerdo. Vivimos en una sociedad frenética, tenemos que aprender a parar para poder mirar y disfrutar.
¡Muchas gracias por tu comentario y participar Miguel Ángel!
Un abrazo.
Mi recomendación Miguel Ángel es que alternes el «modo hacer» con el «modo ser».
Parece como bien dices que siempre tenemos que estar «haciendo algo» y nos olvidamos de «ser».
El presente es lo único que tenemos y es de lo que menos nos ocupamos. Siempre proyectados en el futuro o pensando en el pasado…
Iremos profundizando en estos temas.
Muchas gracias por «pararte» a leer, a reflexionar y a escribir tu comentario.
Un cordial saludo.