LA IMPORTANCIA DE TENER UNA GENEALOGÍA DE MUJERES NO EXCLUYENTE Y DESVALORIZADA
Siguiendo a Foucault, y entendiendo la genealogía como un mecanismo de comprensión de los acontecimientos, la investigación genealógica no es tanto hacer aparecer la verdad de nuestro pasado, sino el pasado de nuestras verdades.
La identidad de un individuo tiene su base en la integración de tres vínculos: el vínculo espacial, el temporal y el social.
- El vínculo espacial alude a la relación que una persona establece con su propio cuerpo.
- El temporal se refiere a la manera como la persona se puede pensar a sí misma en una línea continua de tiempo.
- El vínculo social consiste en el interjuego de las identificaciones proyectivas con las introyectivas.
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La identificación
La identificación es un proceso psicológico mediante el cual un sujeto asimila un aspecto, propiedad o atributo de otro y se transforma, total o parcialmente, sobre el modelo de éste. Así, la personalidad se constituye y se diferencia mediante una serie de identificaciones (Laplanche y Pontalis, 1983)
El papel de la imagen es fundamental, la identificación es la transformación que se produce un el sujeto cuando asume una imagen, es decir, se reconoce en ella.
El ser humano nace en un estado motriz prematuro que le hace experimentar el cuerpo como algo caótico, sin conexión. La unidad del cuerpo, la constitución de una imagen corporal, requiere del auxilio de una imagen exterior que le ofrezca esa imagen de unidad corporal. Imagen que obtiene al verse reflejado en el espejo y en el semejante, pero no podrá hacerlo sin la ayuda del lenguaje, si no hay una mirada del otro que le certifique y le diga que la imagen que el espejo refleja le corresponde.Esas palabras proceden inicialmente del discurso familiar pero también del discurso social al que pertenecemos.
El Otro
Siguiendo a Lacan, El Otro es la condición de la constitución de nuestra realidad subjetiva mediante las identificaciones, ya que es a través del otro como el yo puede alcanzar su identificación.
La mujeres, la imagen que vemos reflejada en el gran espejo social y que nos dice cómo somos, es la imagen que el relato histórico (ese gran Otro que condiciona nuestra identidad), patriarcal y falocéntrico, nos muestra. Discurso que relata una historia sobre las mujeres y lo femenino muy sesgada. Nos muestra una genealogía femenina muy desvalorizada en donde los rasgos como el cuidado, la relación con lo íntimo, etc. Aparecen infravalorados y, por otro lado, nos presenta también una imagen de la mujer como débil, infantil, dependiente, incapaz de hacerse cargo de si misma, y necesitada por tanto de la tutoría del hombre.
Es por ello que es fundamental y necesario la deconstrucción de la imagen que la sociedad muestra de lo femenino ya que es una imagen descalificada y castrada para poder reconstruir una nueva genealogía femenina no sesgada ni desvalorizada, que muestre una imagen de mujer inteligente, válida, fuerte y capaz.