¡Vaya colocón tiene INCERTIDUMBRE!
Ya se puso hasta las trancas en marzo de 2020. Se dejó llevar por sus fantasmas y adicciones durante abril y mayo. Hizo un paréntesis en Julio. Volvió a pillar en agosto y desde septiembre ha caído en barrena.
El resto de las emociones hacen lo que pueden para sostenerla pero Incertidumbre está colocada, mucho, muchísimo.
Le da igual meterse pastillas, alcohol, tabaco, azúcar, carbohidratos por un tubo, conductas de riesgo, todo le vale para intentar manejarse.
Muy pocos ratos lo consigue. Incertidumbre, está nerviosa, perdida, fuera de sí.
Miedo intentó más que ninguna emoción acercarse a ella en numerosas ocasiones, sin éxito. Incertidumbre ni podía mirarle…
Cada día es igual al anterior y al anterior y al anterior.
No saber, no entender, no ver fecha de caducidad, puede con ella.
Control le ha dado la espalda definitivamente. Se cansó de tanta inquietud, de tanta falta de certeza, de tantos recursos gastados y tanta energía dedicada a algo que no depende de él.
La angina de pecho también ayudó a que Control se cuidara y se calmara de una forma diferente. Decidió dejar sola a Incertidumbre, no tenía energía para los dos.
Al fin y al cabo su terapeuta le decía a menudo esta frase: “Control, si tienes que elegir a alguien, elígete a ti. Ahora no tienes energía para todo”.
Y le hizo casito. Para una vez que Control escucha y no se hace lo que quiere sin enfadarse…
Además, Incertidumbre no sabía que se avecinaba una pandemia.
Incertidumbre ha podido sin grandes problemas con la mayoría de las tormentas pero se le han colado tsunamis, huracanes, despidos injustificados, inundaciones, muertes abruptas y prematuras o enfermedades crónicas pero un coronavirus como la Covid-19, ni de lejos.
Ha enseñado muy bien a los autónomos. Doy fe. Es lo primero que tuve que aprender, convivir con Incertidumbre como compañera de vida pero esta vez, se ha desbordado, ha brotado con esta situación.
No sabe cómo seguir muchas veces. Otras, se esconde y la mayoría se echa buenas capas de maquillaje para pasar desapercibida.
Pero no lo consigue. Ha engordado y crecido. Se ha hecho tan grande que no es fácil encontrar talla para su nueva apariencia.
Busca y rebusca en los pocos mercadillos, outlets y tiendas de segunda mano que están en su barrio, confinado, por supuesto, desde hace semanas, algo que ponerse y que disimule su malestar.
No quiere invertir mucho dinero. Piensa que esto no va a durar más pero no consigue saber cuánto y necesita ahorrar, no gastar, sobrevivir como sea.
Menos mal que Incertidumbre no está sola.
Nadie lo sabe pero se ha casado en secreto, en plena pandemia. Fue complicado. Menos mal que sólo necesitaban dos testigos.
Fueron Aceptación y Esperanza.
Verás cuando se enteren Envidia y Confianza…
Ya hacía un tiempo que le tiraba fichas a Vulnerabilidad.
Se quedó boquiabierta durante una charla que dio en Ted con millones de visualizaciones.
Vulnerabilidad estaba muy empoderadita ella y en una etapa vital en la que lo que más le preocupaba era hacerse visible y conocida.
Quería que supieran que es imperfecta y que no importa. De exigencia, auto exigencia y sobre exigencia tiene más de un máster. Sólo le sirven para saber lo qué no quiere ni para ella ni para nadie.
Pensaba también que para sombras, las de ojos. Mejor mostrarse y manifestarse, ¿no? Tanta testosterona suelta era insufrible para enseñar su poder, el poder de Vulnerabilidad.
No entendía esta persistencia ni esta insistencia, digital o presencial, en todas sus conferencias, charlas, talleres de Incertidumbre. Era la octava vez en menos de un mes que había ido a que le firmara uno de sus libros.
Al principio le molestaba la mirada tan cambiante y penetrante de Incertidumbre. Su demanda continua de atención.
Luego empezó a echarlas de menos. Incertidumbre estaba de recaída y no sabía si se había colocado otra vez de rabia, de miedo, de MDMA o de estados de alarma porque dejó de ir a sus eventos durante unos días.
Pronto volvió. Echaba tanto de menos a Vulnerabilidad que aun estando en un pésimo momento, siguió yendo a todas y cada una de las conferencias que daba.
Por dispositivos digitales o en escenarios con control de aforo y mascarilla, necesitaba verla y estar cerca de ella.
Se saltaba el confinamiento continuamente, aún no sé, cómo no la pusieron más multas, sólo fueron seis.
No se dio cuenta de que se había enamorado hasta más no poder.
Y Vulnerabilidad, sintió una profunda y hermosa conexión cuando escuchó a Incertidumbre decirle: “no soy fácil pero sí cambiante”.
Vulnerabilidad que batallaba continuamente sobre cómo presentarse en sociedad para ser reconocida, no negada ni escondida, se dio cuenta de cómo estas palabras resonaban en ella.
Lejos de asustarse de estos inesperados sentimientos, en menos de 48 horas, ya tenían cita en el Juzgado para casarse.
Y lo hicieron, en secreto, pero lo hicieron.
No tuvieron dudas ni necesitaron un largo noviazgo.
Sabían que si hacían un proyecto común, ayudarían a los más desfavorecidos, a los que tenían menos recursos cognitivos, físicos, sociales, ambientales, económicos, laborales a manejarse en esta y en otras situaciones que se les fueran presentando a lo largo de su vida.
En definitiva, ayudarían a todas y cada una de las personas que hay en nuestro precioso planeta, unos 7.600 MM. Porque todxs tenemos un trocito de Incertidumbre y Vulnerabilidad en nuestra mochila.
¿Tú no? Busca bien, igual se han quedado en uno de los bolsillos interiores.
Juntas encontraron la razón de ser, el propósito de vida. Su Ikigai que llamaba alto y claro en las puertas de cada una de ellas.
Fue una ceremonia muy sencilla.
Aceptación y Esperanza no podían sentirse más felices de ver a la pareja.
Siempre habían pensado que Incertidumbre, entre otras cosas, con su historial de adicciones, sólo encontraría obstáculos, malestar, sufrimiento y angustia en su vida pero lo que halló en plena pandemia fue AMOR, con mayúsculas.
Y ahora que ya está aquí la vacuna, que parece que en algún momento volveremos a viajar, entre otras cosas, sin pcrs ni tantas restricciones, se irán de luna de miel pronto.
Dime, ¿Cómo estás manejando tú la incertidumbre? ¿Te sientes más vulnerable? ¿Qué has encontrado y perdido a lo largo de este último año? ¿Está presente el AMOR en ti? ¿Perfectamente imperfecto/a?
Sentirse bien acerca de no estar bien. Ya pasará.
PD El cuestonario me hace rellenar mis datos cada vez que quiero comentar. A pesar de que le digo que guarde mi nombre, correo…etc.
Eso es Alicia, sentirse bien incluso cuando no estás bien y poder abrazar la vulnerabilidad mientras manejamos la incertidumbre. ¡Gracias por tu comentario!