Saltar al contenido

H CON ACENTO

¿MULTITASKING SÍ O NO?

Multitasking, multitarea, multipropuesta, multipropósito, multiorgánico, multidisciplinar, multiorgásmica, multitudinario, multiuso…

Demasiados multi, ¿no? ¿Referido a nosotrxs? ¿Tenemos que ser todo ésto?

No sé si os pasa que estáis pensando una cosa y expresando otra. O le decís a la persona que os pregunta por una calle que es la primera a la derecha. Y te ves indicando con el brazo izquierdo que tuerza a la izquierda.

Puede que incluso estés deletreando Hamburgo y digas H, con acento en vez de mayúscula.

¿Te resuenan estas situaciones?

No sé si fueron los indios, los que dijeron que primero llegaba el cuerpo y luego el espíritu.

Si no fueron ellos, suscribo la sensación de tener el organismo en un sitio y el alma en otro.

Porque así estoy yo desde que las temperaturas veraniegas rebasan los 35 grados y no bajan de 22 por la noche.

Con el cuerpo en un lado, el del sofá, la silla, el sillón, la cama, el suelo…, y la esencia que quiere pero que nada, que no puede ni con las zapatillas.

Supongo que el confinamiento tendrá algo que ver también.

Pero este artículo me ha venido hacia una llamada de atención al multitasking, la multitarea y lo que nos han vendido de ella.

Ni siquiera la atención plena, la concentración, dividir y repartir la atención me hacen ruido en este momento.

Hoy no es día de mindfulness, de relacionarme con la realidad tal cual es sin entrar en conflicto, sino de esa necesidad de hacer y hacer.

A ser posible, numerosas cosas y a la vez para demostrar lo eficaces que somos y lo rentables que salimos.

Y creo que no se puede estar deletreando Hamburgo mientras repasas la lista de lo que tienes que hacer. O la lista de los debería, de los tendría que.

Alguien nos dijo que estar en modo multitasking on era lo esperable, lo deseable.

Y aunque tiene alguna ventaja (siempre que estemos entrenados), bajo mi punto de vista, ganan las desventajas.

Cuando te dicen como trabajador/a que puedes hacer varias cosas a la vez de forma casi simultánea, no se está teniendo en cuenta la calidad de esas tareas.

Tampoco tenemos en cuenta los picos de estrés que conlleva ni el elevado número de errores que puede haber.

En definitiva, ser multitarea nos pone el manto de “puedo con todo”. Y en numerosas ocasiones es así pero hay otras muchas que no y es posible que no nos demos cuenta.

Además, el cerebro no es multitarea, no es multitasking porque necesita un tiempo para reaccionar a cada tarea presentada.

Esto no quita que pueda ser rápido, muy rápido en pasar de una labor a otra.

Buscad ejemplos. Seguro que eres muy rápida organizando una fiesta y menos rápida contestando los correos electrónicos desde el móvil por ejemplo. Seguro que sacas el coche del garaje en un par de minutos pero haces la compra en dos horas.

Si nos vamos sólo a las tareas laborales, podemos ser tremendamente resolutivos en el periodo de facturación atendiendo a numerosos procesos. (Por ejemplo).

Estar así un día y otro día y otro día, resta eficacia, aumenta el estrés, disminuye la salud.

Así mismo, baja el rendimiento, dejamos de ser tan dinámicos, nos vamos quedando sin fuerza, sin vigor e incluso podemos enfermar.

No es posible llegar siempre a todo. Ser eficaz siempre, por esto, es importante reconocer nuestros límites y delegar.

¿Para qué? Para que antes que la tensión muscular, los dolores de cabeza, la ansiedad o el insomnio hagan su aparición, pongamos remedio.

En consecuencia, obsérvate, mira cómo estás y no sigas en modo multitasking si tu salud se ve comprometida.

Y sí, estoy de acuerdo que a veces, hay que ser multitasking. Necesitamos ser más productivos, rápidos y resolutivos algunos periodos pero estar siempre en modo hacer y hacer y hacer, olvidándonos de ser…

Es más, estos días que me gustaría ser más multitasking pero mi cuerpo no acompaña.

Así es que me paro. Escribo este artículo no previsto y me doy este espacio para sintonizar el alma y el espíritu.

Como resultado de este proceso, aprendamos a distinguir entre urgente e importante, siempre hay una puerta y si no, una ventana.

Igualmente, te invito a elegir dónde quieres estar. Dónde quieres poner tu energía, cómo pasas de una tarea a otra y cuando deletrees Hamburgo, sé consciente de que la H, no lleva acento.

LLÉVATE GRATIS LA GUÍA DE TÉCNICAS DE RELAJACIÓN

¡SUSCRÍBETE!

Aprende a relajarte con 6 sencillas técnicas. Maneja la ansiedad, el estrés y el nerviosismo en cualquier situación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Dime dónde quieres que te envíe la guía

GRATIS

¿En qué puedo ayudarte?

Dime dónde quieres que te envíe la guía

GRATIS

Pendiente de fecha

19:30 a 21:00 Horas (hora de España)

www.pensart.es

Debate sobre "Historia de un Matrimonio"

Introduce tus datos para inscribirte

¿Has olvidado tu regalo?

Con nuestra guía de Técnicas de Relajación aprenderás a relajarte fácilmente en cualquier lugar y situación.