Diferencias entre hombres y mujeres desde una mirada de género
¿Qué es el género?
El género hace referencia a las normas y modelos de conducta que la sociedad marca como correspondiente a las mujeres y a los hombres. Marca como es y debe comportarse una mujer y como es y debe comportarse un hombre.
Estos modelos influyen en las relaciones de pareja, produciendo dificultades en la comunicación. Tanto el hombre como la mujer esperan y desean cosas diferentes de la pareja pensando que lo que desean es lo que debe ser.
El modelo de lo que es y espera una mujer, de lo que es y espera un hombre y de lo que se espera de la pareja aleja y conflictua las relaciones entre hombres y mujeres. Tanto hombres como mujeres luchan con la expresión de sus necesidades. Sus problemas surgen de experiencias diferentes y de diferentes expectativas culturales y sexuales.
Analizar y entender de qué manera y cómo se produce esta interrelación es fundamental para que hombres y mujeres puedan relacionarse satisfactoriamente…
¿Como es una mujer, que le motiva? ¿Cuál es el modelo femenino?
Las mujeres tienen dificultades para expresar abiertamente sus necesidades de ser cuidadas porque las experimentan como expresiones de egoísmo.
A las mujeres se las educa en contextos que estimulan la proximidad y la intimidad con otros. Para ellas adquiere importancia las relaciones y la necesidad de estar comprometidas con alguien. El sentido del “sí mismo” en las mujeres es relacional, su necesidad de sentirse conectadas con otro es un aspecto crucial de su identidad, por eso se sienten tan amenazadas cuando existe el peligro de distanciamiento en las relaciones, tanto con hombres como con mujeres. Estar atentas a las necesidades de otros, querer conectar con ellos, expresar sus sentimientos, todo esto les supone, aunque a veces con un alto coste, sentirse más a gusto consigo mismas.
Las mujeres perciben peligro en situaciones impersonales y de logro, y explican el peligro como derivado de las situaciones competitivas. El peligro lo viven como peligro frente a la soledad, miedo a que las dejen solas por sobresalir o tener éxito. Las mujeres se desplazan constantemente entre los roles de dispensadoras y buscadoras de apoyo.
Aun cuando la mujer trabaja, no mantiene muy separada su vida. Le es difícil estar separada de su marido y familia en su pensamiento y en su vida emocional: guardan mayor conexión con las personas que son importantes en su vida dedicándoles una mayor continuidad en sus pensamientos.
Las mujeres avanzan desde el apego hacia una conexión que debe continuar desarrollándose siempre en el contexto de las relaciones. Frecuentemente el objetivo de la independencia lo experimentan como soledad y aislamiento.
¿Y el hombre? Como es, que le motiva ¿Cómo es el modelo masculino?
A los hombres el desarrollo de cualidades que favorecen relaciones íntimas y cercanas les crea conflicto con su identidad masculina, su autosuficiencia y deseos de independencia. Se les pide, sobre todo en el trabajo, que sean competitivos, que supriman las emociones, y que mantengan una actitud impersonal, todo lo cual sintoniza con su sentido de ellos mismos como hombres.
Los hombres tienen dificultades para expresar abiertamente sus necesidades de ser cuidados porque consideran la expresión de sus propias necesidades como una amenaza a su autonomía. Tienen más dificultad para reconocer su vulnerabilidad, su necesidad de otros y sus sentimientos de desamparo. Luchan durante toda su vida para defenderse de la tentación de dar rienda suelta a su dependencia voraz, y para recuperar los sentimientos de competencia, autonomía y dignidad. Su masculinidad se mantiene precariamente y se pone a prueba continuamente, por eso no pueden permitirse ninguna expresión de lo que podría estar asociado a la feminidad: cuidados, sensibilidad, manifestación abierta de necesidades….
La energía de un hombre se dirige hacia la realización de un sueño. El sueño se organiza sobre todo alrededor del logro y de proclamarlo ante los ojos del mundo. Se esfuerza en ser más independiente, autosuficiente y estar menos sujeto al control de otros.
Los hombres y las mujeres experimentan la unión y la separación de forma diferente, cada sexo percibe un peligro que el otro sexo no considera: los hombres en la relación y las mujeres en la separación.
Las relaciones de los hombres con las mujeres comprenden al mismo tiempo sentimientos de veneración y de desprecio, de agradecimiento y de voracidad, de ternura y de hostilidad
Para el hombre cuando entra en el mundo adulto, profesión, matrimonio y familia son los componentes centrales. Para ellos, primero es elegir y seguir una dirección ocupacional que le permita definir partes importantes de sí mismo, y luego, relacionada con la anterior, es la de casarse con una mujer que apoye sus aspiraciones y que sea capaz y esté dispuesta a unirse a él en su viaje. En la mujer la prioridad es la contraria,