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DIARIO DE GRATITUD

¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE?

El Diario de Gratitud es un recurso que nos ayuda a tomar conciencia de todos aquellos momentos agradables, buenos, cálidos, amables, que tenemos a lo largo del día y que pasan desapercibidos.

Llevar un Diario de Gratitud nos “obliga” a dedicarnos unos minutos al día para escribir de forma reflexiva, no automática, esas situaciones por las que nos sentimos agradecidos.

Normalmente, nuestro cerebro está centrado en aspectos como problemas, errores, fracasos, quejas, preocupaciones olvidándonos de que incluso en un día doloroso y desagradable, hay algún momento bueno. ¿No? Seguro que sí.

Por ejemplo. Empieza el día. He dormido mal. Mi discurso interno puede comenzar así: “con lo mal que he dormido y esta cara, voy a pasar un día horrible”. ¿Hasta aquí de acuerdo? Ahora me meto en la ducha y el discurso sigue. “no sé cómo voy a llegar a todo, justo hoy que tengo la presentación con el cliente más importante”.

El agua sigue cayendo, calentita (o fresquita, como te guste), el olor del gel, el champú, la sensación de limpieza. Avanza el día, salgo de casa. “encima me ahogo con la mascarilla”. Atasco. “no si ya sabía yo que no iba a llegar a tiempo”.

Suena el móvil. Mi amigo X. Sonrío en pleno atasco. Conversación cálida, cercana, me siento bien. El día en la oficina no ha ido tan mal como pensaba. Llego a casa. Toca pizza, una de mis cenas favoritas. Hablo un rato con mi familia. Cansada, pero me sigo sintiendo bien. Ponemos un episodio de la serie que nos gusta. Me acuesto sin hacer balance del día.

Si lo hubiera hecho, ¿qué hubiera escrito? “¡Vaya porra de día!” O en mi diario de gratitud pondría algo así: “me siento agradecida porque me ha llamado mi amigo X y me he sentido… La ducha ha sido reconfortante después de una mala noche, doy las gracias por tener agua calentita”.

No nos damos cuenta de las cosas estupendas que nos pasan incluso en los días grises y os invito a que desde ya, llevéis un Diario de Gratitud.

Esta herramienta terapéutica la usamos también a nivel clínico ya que aumenta la sensación de bienestar.

Entre otras cosas conseguiremos, ser más objetivos, salir a menudo del modo “queja”, ocuparnos en vez de preocuparnos, reconociendo lo que nos da alegría (como la ducha o la conversación con un amigo) y satisfacción (conversar con la familia después de un día complicado).

¿CÓMO SE HACE UN DIARIO DE GRATITUD?

Elige un cuaderno y un momento del día. Siempre recomiendo al final pero hay personas que prefieren empezar el día agradeciendo. Date unos días para crear el hábito, no menos de cuatro semanas. Y hazlo todos los días. Sí, todos los días.

No te preocupes si te repites o no hay muchas cosas por las que sentir gratitud. Te sorprenderá ver cómo vas añadiendo cosas. Un día te sonreirá la vecina del cuarto, sí la que nunca da los buenos días, y lo anotarás en tu diario.

Son unos minutos al día, no muchos y los beneficios son enormes.

Puede que al principio sólo pongas 4 cosas, luego 3, luego 5. Poco a poco irás identificado momentos, situaciones en tu vida, en tu día a día por las que te sientes agradecido/a, no importa el tamaño (el té de por la mañana o el paseo con tu perro) de lo que expreses.

Cuando proyectamos nuestras emociones, nuestros pensamientos en papel, nos vamos sintiendo más calmadas, más tranquilos, no tienes más que probar durante unos días para que te puedas beneficiar de esta práctica.

En tu Diario de Gratitud, intenta incluir esas actividades como la ducha o el amanecer que te hagan sentir bien. Puede ser la compañía de tu pareja, los pájaros y su canto, las chicharras ahora que hace calor.

Te recomiendo que te fijes en tus cualidades como por ejemplo, si tocas el piano o eres empática, dale espacio en tu cuaderno. No solemos agradecernos nuestras capacidades, habilidades y talentos.

Igual que tampoco nos fijamos en que podemos caminar, escuchar, ver… Es momento de expresar nuestra gratitud porque es para estar muy agradecido/a/s, ¿no os parece?

Dedica también un rato a esas personas importantes y especiales en tu vida. No tienen que ser los 3.000 del Facebook pero sí notar qué personas están contigo. Familiares, amigos, compañeros, pareja, hijos. Dales protagonismo, agradece y nota como cambia tu forma de valorarlos.

Apunta ese café con tu hermana. Ese cierre de curso. Finalizar el TFM. Un buen día en el trabajo. El diploma recibido. Tu baño caliente. El bizcocho de limón que acabas de hacer. Una cena con tu pareja. Ese paseo bajo la luna. Vete tomando nota de aquellas cosas que pasan desapercibidas y que son motivo de agradecimiento.

Céntrate en dar detalles de la experiencia expresando emociones, sentimientos y sensaciones.

No vivas tu Diario de Gratitud como una inversión para conseguir resultados. Si lo tomas como una obligación, abandonarás pronto.

La idea es parar, redactar de forma reflexiva, ser consciente de todo aquello que normalmente damos por sentado, crear un hábito saludable que te lleva al crecimiento y autoconocimiento personal.

Cuando falles, cuando un proyecto fracase, dale la vuelta para agradecer el aprendizaje, lo que no tienes que hacer de cara al siguiente. Es una forma también de trabajar la autoestima siendo más constructivo/a y menos destructivo/a contigo.

TIPS PARA LLEVAR TU DIARIO DE GRATITUD

  1. Decide en qué momento del día vas a parar unos minutos para escribir tu diario.
  2. Empieza por una meta que puedas cumplir. Si ahora no puedes ser regular y constante, no lo hagas. Más adelante puedes empezar con tu diario de gratitud.
  3. Escoge tu cuaderno. Hazlo exclusivo. Sólo para esta finalidad, no apuntes aquí que no queda leche.
  4. Sin excusas. Si estás cansado/a, si no te apetece, recuerda porqué es importante entrenar la gratitud y el valor que le has dado.
  5. Utiliza la tecnología. Una alarma en el móvil, tu cuaderno en la mesilla…
  6. Anota pequeñas, grandes y cosas medianas. Ese café, esa obra de teatro, esa canción, ese ascenso, todo cabe para sentir gratitud.
  7. Dedícale el tiempo que necesites para escribir el mayor número de detalles, no uses el formato “lista”. No son deberes, es un entrenamiento. Cuanto más focalices en los detalles, en cómo te sentiste, qué pasó, más provechoso.
  8. Sin límite. Aunque parece que el número adecuado está entre 5 y 10 cosas por las que sentirte agradecido, no deja de ser orientativo, escribe todo lo que consideres.
  9. Compromiso. Si no eres regular, no tiene sentido que lo hagas. Enumerar una lista de cosas por las que sentir gratitud de vez en cuando no tiene efecto. Recuerda, todos los días.
  10. Como instructora y practicante de mindfulness, mi recomendación es que lo hagas con atención plena, sólo esta tarea, atento/a. La transformación la irás viendo con la práctica.
  11. Sé un activista de la gratitud. Sólo te puede traer más cosas por las que sentirte agradecido/a.

Empieza hoy mismo tu Diario de Gratitud, cambia el foco y haznos partícipes de los beneficios.

Si has llegado hasta aquí, gracias, de corazón.

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