HOY TOCA JANSSEN
¿AstraZeneca o Pfizer?
Hoy toca Janssen. En la tapa de los portátiles un cartel anunciaba la incógnita en el Wizink Center, uno de los centros de vacunación en Madrid.
En casa habíamos especulado. A mí me pusieron AstraZeneca, tú seguro que Pfizer o Moderna.
Pues no, Janssen. Por alguna razón, no estaba ni prevista. Directamente se había borrado de las posibles.
La vacuna está dando para muchas conversaciones. Hartos ya del coronavirus, la Covid-19, ha habido un desplazamiento hacia cuál tocará.
Es curioso como pensamos que tenemos control sobre algo y no tenemos control sobre casi nada.
A algunos nos enchufaron la AstraZeneca en marzo. Cita para la segunda dosis en mayo. Nos daba tiempo a recuperarnos de los efectos secundarios de la primera.
No sabíamos lo que se avecinaba.
Nada de ponerse de acuerdo. Recomendaciones contradictorias.
Y delegan en el ciudadano. Como si supiéramos mucho de epidemias, pandemias, vacunas y virus.
Anulan fecha, recomiendan otra vacuna, consentimientos informados, citan de nuevo…
Control lo que se dice control, no tenemos mucho.
Pero queremos sentir que algo (o más que algo) controlamos.
¿Por qué esta necesidad de dominio?
¿Qué es para ti controlar situaciones, escenarios, personas…?
¿Conoces a alguien o tú mismo con este deseo de querer controlarlo todo?
Pensamos que tenemos control sobre nuestras decisiones pensando que tiramos sólo de la parte racional cuando en realidad siempre hay una parte emocional.
Tanto si has decidido AstraZeneca o Pfizer y has manejado la incertidumbre de no saber cuál es la mejor elección, ha entrado tu parte emocional.
La razón y la emoción son inseparables. Se llevan mejor de lo que pensamos, siempre juntas, no lo olvides. Escucha a ambas.
El corazón tiene mucho peso, aunque tengamos la sensación que es nuestro raciocinio el que se lleva la mayor parte.
No hay ninguna decisión sin emoción. Ni una. Piensa en alguna elección que hayas tomado últimamente en la que consideres que no ha entrado tu parte emocional.
Un cambio de banco, de coche, de marca de leche o de cortinas tiene un componente emocional.
Si tienes necesidad además de querer controlarlo todo, echa un vistacillo a tu ego.
Como haces tú las cosas no las hace nadie. ¿Te suena?
Y si además no estás pendiente, fracaso seguro.
Querer controlarlo todo supone estar hipervigilante, con altos niveles de estrés y rigidez ya que no dejas que las cosas fluyan.
Además, estás en una continua vorágine de decisiones para que todo esté y salga como crees que debe salir estresando también a las personas de tu entorno.
Si te reconoces en una persona con necesidad de querer controlarlo todo, practica mindfulness o atención plena.
Cuando estamos más presentes en nuestra realidad, sea la que sea, sin etiquetar, tendremos más claridad en las decisiones que tomemos.
Ser consciente del ahora te ayudará a aceptar sin juzgarte para poder trabajar la flexibilidad y el famoso fluir que tanto descanso da a nuestras inquietas mentes.
Con la vacuna, esto no pasa.
Por mucho control que creas tener y aunque pensaras que iba a ser Pfizer o Moderna, te ha tocado Janssen.
Hola,
En mi caso siempre he sido una persona super organizada para todo en mi vida, demasiado perfeccionista a todos los niveles diría yo. Siempre he querido tener todo bajo control, o eso pensaba jejeje….pero va a ser que no!!
Hace ya años que descubrí que tu vida puede dar un giro inesperado y a partir de ese momento todo cambia, nada se puede controlar, nada está en tus manos, no sabes lo que el destino te depara. Creías que todo estaba perfectamente previsto y organizado para que las cosas salieran bien y la vida te tiene varias sorpresas preparadas que cambian tu rumbo por completo.
Con el tiempo he aprendido a aceptar y dar gracias día a día por lo que tengo en este momento, me he entregado a la vida y dejado sentir el miedo y a su vez la calma de saber que nada puedes hacer por controlar todo en la vida.
Con la pandemia todavía tengo más claro que nada podemos hacer por adivinar el mañana. Pienso que nadie puede saber, sea cual sea la vacuna que nos toque, si la reacción en nuestro cuerpo será en mayor o menor grado agresiva para nosotros. Pueden haber muchos estudios pero cada cual somos único en nuestra especie. Además,… ¿Es que acaso nos queda otra opción?
Confiar en la vida es mi única herramienta en el día a día para sentir paz, igual os suena raro, pero a mi me funciona.
Un saludo
¡Hola! No, nos suena raro que la confianza sea una herramienta para sentir paz. De lo que nos podemos ocupar, nos ocupamos, de lo que no, nos preocupamos la mayoría de las veces pero aceptando y confiando, sin duda, vivimos más tranquilos. Gracias por tu reflexión. Un abrazo.
Un rol mal adquirido. También pasa que como ya saben que te ocuparás tu, se despreocupan, lo que dificulta q dejes el rol.
No podemos controlar casi nada. Podemos intentar controlar nuestras reacciones ante lo que ocurre en nuestro entorno. Es difícil. El mindfulness ayuda.
¡Hola Marga! Efectivamente, poco podemos controlar y totalmente de acuerdo con la ayuda que supone mindfulness. A mí me ayuda a relacionarme de forma más imparcial con las vacunas y con las cosas que me van sucediendo. Un abrazo grande.