Por la memoria vagamos descalzos seguimos el garabato de la lluvia hasta la tristeza que es el hogar destino la tristeza almacena los desastres del alma o sea lo mejorcito de nosotros mismos digamos esperanzas sacrificios amores. A la tristeza no hay quien la despoje es transparente como un rayo de luna fiel a determinadas alegrías. Nacemos tristes y morimos tristes pero en el entretiempo amamos cuerpos cuya triste belleza es un milagro. Vamos descalzos en peregrinación triste tristeza llena eres de gracia tu savia dulce nos acepta tristes. El garabato de la lluvia nos conduce hasta el hogar destino que siempre has sido tristeza enamorada y clandestina Y allí rodeada de tus frágiles dogmas de tus lágrimas secas / de tu siglo de sueños nos abrazas como anticipo del placer. MARIO BENEDETTI
Hablemos de la necesidad de darle voz a la tristeza. Tristeza que inunda nuestras orillas y que nos hace descansar mojándonos en ella. Tristeza que no duele, pero que nos hace llorar en silencio, anhelando a alguien a nuestro lado, pero echándolo si viene.
Tristeza suave, tibia que nos acaricia el alma por dentro, pero nos moja la piel y el alma en un suave compás del que no queremos salir. Tristeza que nos lleva al encuentro con nosotros mismos, en un baile de dos, tú y ella. Suave vals que calma con su lágrima balsámica, pero que nos apaga y aísla para recuperarnos y volvernos a encender, aunque corramos el riesgo de no querer salir de ahí, de quedarnos adormecidos, actuando cual canto de sirena que nos atrapa en un sueño ilusorio de paz del que nos da miedo salir.
Tristeza ambivalente que calma pero también atrapa. Espacio intermedio entre otros dos, impulsando al espacio de vida y del deseo, o al espacio de la quietud y el miedo.
Tristeza como antesala o salida del dolor. Dolor, tristeza, miedo y vida.
Tristeza- alegría , esta es la dicotomía que inunda nuestras vidas, que van de la una a la otra enseñándonos a conocernos y a aprender a atravesar este viaje que hacemos a través de nuestra vida.
Vamos de la una a la otra, procurando que dure más la segunda que la primera. Pero sobre todo que dure ese difícil equilibrio de estar entre la una y la otra, que a mi entender es la armonía que produce la felicidad de ser uno mismo.
Hola Carmen. El ser humano está siempre en búsqueda de la felicidad e intentando eludir los sentimientos mas displacenteros, cómo puede ser la tristeza, pero todas las emociones son necesarias, ya que son reacciones a situaciones tanto internas como externas, y hay que transitarlas para poder elaborar y resolver los conflictos que nos surgen en el camino del crecimiento personal.